jueves, 27 de octubre de 2011

VERDAD Y RECONCILIACIÓN

TÌTULO: VERDAD Y RECONCILIACIÓN


AUTOR : CARLOS CASTILLO RAFAEL

Con dolor, ahora reconocemos el hechizo del que fuimos víctima casi todos nosotros: Creer que sólo espectábamos una tragedia ajena y no la agonía de lo que en verdad somos. Un pueblo que vive engañado, traicionado por la urgencia de sus ideales o la hondura sin fondo de sus carencias.

De ideales inalcanzables y carencias que no perdonan están hechos nuestras malestares diarios. Basta sino echar una mirada al trasfondo de los varios y recientes reclamos de la población para descubrir este desgarramiento en sus demandas sociales. Lo más grave es que en lugar de sincerar nuestras utopías (o la coherencia de nuestro obrar que las hagan viable), nos hemos desengañados de ellas. Y, en vez de reconciliarnos con nuestro pasado de tribulaciones nos hemos enemistado con él.. Convertimos la historia en una herida abierta que nunca acaba de cicatrizar.

Es de gran significado, entonces, el que el actual gobierno halla declarado el presente año como “Año de la verdad y la reconciliación nacional”. Si a ello se suma la tarea de la comisión presidida por el Dr. Salomón Lerner Febres, se puede afirmar que el 2002 convoca a los peruanos a un ajuste de cuentas con el pasado y a una cura de la verdad. Una terapia que nos indisponga contra la mentira, el cinismo y las mil caretas con las que se enmascara la falsedad. Un antídoto que nos cure de ese confort que hemos aprendido a sentir bajo el disfraz y el cultivo de las apariencias.

El tiempo de penuria es propicio para aprender, dispensando cualquier olvido histórico, de esta cura de la verdad maltrecha. Pisoteada, por las botas del poder sin freno y los zancos con los que  vanamente se engrandeció las más íntimas miserias.

LA VERDAD COMO MISION

Las Comisiones de la Verdad son organismos de investigación creados para ayudar a las sociedades a enfrentarse críticamente con su pasado. Un pasado consumido por  la violencia de toda índole: La que proviene del terrorismo vil o los fundamentalismos de moda. De la intimidación del poder encubierto y, también, de la “viveza criolla” practicada impunemente todos los días.

Es en la historia donde la nación debe hurgar la verdad que la haga libre de todas las tropelías, pecados y males cosechados por una vida nacional sin justicia social. Sin una defensa cerrada de los derechos fundamentales de la persona.

Al dejar de vernos en la historia, ella pareció más la narración de una fábula labrada en algún ayer desmemoriado. Avivado por la añoranza de un imperio desvanecido o la lejana moralidad de algunos héroes sacrificados. Fuimos vulnerables a  recuerdos que nos hacían ciegos a nuestro franco acontecer: Faltos de identidad. Sin saber que hemos hecho de nosotros y ajenos, incluso, a nuestros males. Crispados por una estructura del terror, cuyas ramificaciones se  apoderaron de las diversas instancias de la sociedad.

Investigar los hechos más graves de violaciones a los derechos humanos y establecer las responsabilidades jurídicas correspondientes es una forma no sólo reivindicar la memoria de las víctimas, o implementar una política de reparación del daño. Es fundamentalmente  aprender la lección de la historia que nos restituya esa dimensión ética hasta hace poco pérdida. La de reconocer nuestras errores y expiar nuestras culpas.

¿Se puede, acaso, a cualquier funcionario del Estado actualmente en ejercicio exigir probidad en la práctica profesional cuando aquellos que participaron en las violaciones de los derechos humanos siguen aun cumpliendo sus funciones públicas, como si nada hubiera pasado?. Cuando el mal se banaliza la práctica del bien o de la ética resulta una burla, un inofensivo chascarrillo.

RECONCILIACIÓN SIN OLVIDO
No se debe eximir de su responsabilidad a los que tuvieron el poder de arrastrarnos a esta noche convaleciente. Pero tampoco se les debe cargar toda la responsabilidad que exima a todo peruano de una auténtica mea culpa. Este examen de conciencia no se consuma reconociendo la culpabilidad, si no dando pruebas de la conversión moral. La sociedad ya no puede ser terreno propicio para injusticias de ningún tipo. Aprender de los errores propios significa que estos ya no vuelven a cometerse de ningún modo.

Una verdadera reconciliación nacional supone el cumplimiento de un conjunto de condiciones: Identificación de las razones y circunstancias en las que los delitos llegaron a cometerse. Individualización de los responsables, actores y cómplices de la corrupción y de la violación de los derechos humanos. Reparación y reconocimiento a las víctimas,  familiares y deudos de aquellas violaciones. Justo castigo, sancionando a los responsables. Reafirmación de la democracia y el control ciudadano de las instituciones públicas  para evitar que las violaciones se repitan.

La búsqueda de la verdad es un deber moral que reconcilia a los peruanos con tiempos y personas que traicionaron los ideales de una nación y acrecentaron aún más sus carencias. Que este año sea una oportunidad para reparar la fractura social y moral,  que hizo a las injusticias echar raíces oprobiosas y frutos malsanos.

Reconciliación es transitar decididamente por el puente de la historia hacia “un futuro ganado desde nuestro pasado”.

jueves, 27 de enero de 2011

CENTRO DE CONCILIACION PATMOS

De mi mayor consideración,

Me es grato dirigirme a usted para saludarlo cordialmente en mi calidad de Presidente del CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS PERUANOS E INTERCULTURALES PATMOS, y poner a vuestra disposición los siguientes servicios:

I.       CENTRO DE CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL PATMOS
La conciliación extrajudicial es un requisito obligatorio antes de iniciar una acción judicial, en el que interviene un tercero totalmente imparcial, denominado Conciliador, quien propicia una comunicación entre las partes a fin de que concilien sus intereses. La Conciliación Extrajudicial, a diferencia de un proceso judicial, es económica, rápida, confidencial, eficaz e imparcial; y el Acta de Conciliación, resultado del acuerdo de las partes, reviste de legalidad teniendo la calidad de una sentencia judicial. Son materias conciliables el pago de deudas, ofrecimiento de pago, incumplimiento de contrato, resolución de contratos, rescisión de contratos, indemnizaciones, desalojos, otorgamiento de escritura pública, interdictos, mejor derecho de propiedad, división y partición de bienes, pago de alquileres, etc. También alimentos, tenencia, ejercicio de la patria potestad, régimen de visitas, entre otras.

II.      CENTRO DE FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN DE CONCILIADORES PATMOS
Siendo PATMOS una persona jurídica dedicada a promover una cultura de paz, tiene como actividad complementaria al de Centro de Conciliación Extrajudicial, el de Centro de Formación y Capacitación de Conciliadores Extrajudiciales, destinado a formar  conciliadores tanto en el nivel básico como en el nivel especializado de familia. Curso que permite la acreditación oficial como conciliador ante el Ministerio de Justicia.

III.    CENTRO DE ARBITRAJE PATMOS
El arbitraje permite que una tercera persona, técnica e imparcial, designada por las partes resuelva la controversia mediante un laudo que tiene el carácter definitivo e inapelable, tan igual como una sentencia judicial. Para ello, nuestro Centro aplica el DL Nº 1071 (Decreto Legislativo que norma el Arbitraje),  sus Reglamentos Arbitrales, el Código de Ética, ofreciéndose la garantía suficiente de un proceso rápido, transparente y efectivo. Nuestros árbitros son garantía de confianza y seguridad jurídica.

Nuestro personal:
Contamos con profesionales y personal de reconocida experiencia así como solvencia moral y ética, lo que nos permite garantizarle seguridad y confiabilidad en todos nuestros servicios. Acudimos a su oficina u hogar para recoger las solicitudes de conciliación demanda arbitral u otros, con permanente atención personalizada, incluso on line.     

Tarifas: Tenemos tarifas preferenciales dependiendo de la naturaleza de cada caso, así como tarifas corporativas, las mejores del mercado, manteniendo la óptima calidad del servicio, la celeridad, confidencialidad y eficiencia.

Nuestras oficinas: Para usted tenemos un amplio y cómodo local de 120 metros cuadrados, ubicado en la zona más céntrica de Lima,  sito en JR. NATALIO SANCHEZ 220, OFICINA 907, JESÚS MARÍA- LIMA (altura cuadra 5 de la avenida Arenales).  Amplios ambientes alfombrados, con salas de audiencias con internet inalámbrico.  

Agradeciendo de antemano la atención que dispense a la presente, quedamos de ustedes.

Atentamente,